Queridos estetas
Stop
El atardecer saluda
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Desde el blanco filo del Kilimanjaro
Stop
Os envía sus recuerdos
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Teñidos del color de los delirios de la malaria
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Mientras el mundo se oxida ante mis ojos
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Y a punto de fundirse mi piel con la tierra
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Al igual que las sospechosas sonrisas de las cebras
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Se funden misteriosamente
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Las unas y las otras
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Y con sus miradas
Stop
Hasta llegar el momento
Stop
De no saber cuál te mira y cuál te ignora
Stop
Cuál te sonríe y cuál te hace burla
Stop
Pero, al fin y al cabo
Stop
¿A quién le importa?
Stop
Esta noche nuestros sueños serán masai
Stop
Y vivirán protegidos en sus coloridas cuentas
Stop
Para al fin despertar dando un servicio a la hienas
Stop
Y los masai
Stop
Soñaran con la apresurada confusión de los impalas
Stop
Quienes siempre vagaron a sus anchas por las fronteras
Stop
Firmado
Stop
El corresponsal de revolución
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