Queridos poetas
Stop
Llevo Kibera impregnada en mis botas
Stop
Y su esencia se ha quedado hundida en mis párpados
Stop
Que a estas horas yacen de lado, cansados
Stop
Pero la miseria no descansa allá abajo
Stop
Vaga, enseñoreada, por el barro
Stop
Princesa de los desheredados
Stop
Con el SIDA por consorte
Stop
Y el hambre de su lado
Stop
Quiñándoles el ojo a los gángsters
Stop
Todo se compra allí
Stop
Y todo está en oferta
Stop
Hasta las lágrimas
Stop
Y las esperanzas
Stop
Hay que arrastrase mucho
Stop
Para salir de las chabolas de Kibera
Stop
Y salir limpio
Stop
Es imposible
Stop
Entre la basura que lo cubre todo
Stop
Acunando a los niños por las noches
Stop
Bajo la uralita, fiel a las dificultades
Stop
Abrasadora en las llamas
Stop
Firmado
Stop
El corresponsal de revolución
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