Queridos poetas
Stop
Encerrado en la isla
Stop
Donde son las invisibles normas de seguridad
Stop
Las que te impiden cruzar a nado
Stop
La escasa milla náutica que te separa de la libertad
Stop
Son todopoderosas dichas reglas
Stop
Que nadie ose rebatirles la mirada
Stop
Henchida de su orgullo y de ajena soberbia
Stop
Y pensar que hoy me hace tanta falta ese libre albedrio!
Stop
Pero ya se sabe
Stop
Los dones llegan cuando nadie les espera
Stop
Y cuando se les necesita
Stop
Se empeñan en esconderse debajo de la hojarasca
Stop
Mientras tanto
Stop
Dejaré que sea la decepción la que manche estas líneas
Stop
Marcando con sus borrones el transcurrir de las palabras
Stop
Bajo un horizonte manchado de sangre violeta y amarga
Stop
Sobre una playa moteada por las sombras de las garzas
Stop
Temblorosas bajo el tímido influjo de la marea
Stop
Siempre tan ocupada con su danza indecisa
Stop
Arriba, abajo, abajo, arriba
Stop
Mareando el agua, la costa, la arena, mis mejillas, las fronteras
Stop
Firmado
Stop
El corresponsal de revolución
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